2.3. EL LIBRO-ÁLBUM COMO MEDIACIÓN SEMIÓTICA Y DIDÁCTICA EN EL ENTORNO EDUCATIVO Y FORMATIVO DE LOS NIÑOS.
La siguiente es una reflexión a partir del texto de Salazar y Salgar (s.d.) sobre los lenguajes empleados en el aula escolar, y como podemos implementar nuevas metodologías y didácticas que generen mediaciones comunicativas en diferentes poblaciones con necesidades educativas especiales.
Ilustración 40.
Niños leyendo.
Debe haber un mayor acercamiento del libro-álbum como una herramienta pedagógica en las escuelas colombianas, del mismo modo aprovechando su doble lenguaje empleado para comunicar y narrar a través del texto escrito y la imagen.
En este sentido puede llegar a ser una mediación semiótica y didáctica entre maestros, padres y estudiantes, enfocada a unas sensibilidades y de acuerdo a unas necesidades educativas y de aprendizaje que necesitan ser atendidas de manera entretenida, a través de una semántica simbólica que estas obras dedican para generar un mayor desarrollo cognoscitivo en la población infantil.
El libro-álbum debe funcionar como un detonante en el aula escolar y el ambiente familiar, que origine análisis y observaciones del mundo real, de la sociedad y el contexto donde se vive, desde su propio lenguaje visual y escrito; por eso es muy importante, quizás más que tan sólo darle a ver a un niño un libro-álbum, el saberlo comprender, analizarlo e interpretarlo para ellos. Ya que a pesar de que sus temas sean dirigidos para niños, no debemos olvidar que, detrás de su encantamiento existe una mente adulta que lo origino con sus símbolos y lenguajes, maneras de sentir y observar en el mundo muy diversas.
Por esta razón es importante el momento en que interpretamos como maestros, padres o simples interlocutores un libro-álbum, sobre todo al hacerlo en un aula de clase, donde debemos recordar que este es un acto de encuentro con la obra, donde a través de esta muestra la intencionalidad del autor frente al público, lo que debe ser captado por el interlocutor y a su vez transmitido a los oyentes, convirtiendo este momento en un espacio pedagógico para la enseñanza de nuevos saberes y el desarrollo de aprendizajes en el entorno escolar y familiar.
Se sugiere conocer los títulos con anterioridad para interpretar sus símbolos, imágenes y lenguajes empleados, de esta forma, en el momento de presentarlo en una clase o en un espacio de lectura, es posible socializarlo mejor con el joven o niño, captar su atención y acercarlos más a través de un lenguaje apto para su contexto infantil y etapa de entendimiento como ser humano.
El libro-álbum ofrece mediante su lenguaje una mediación que no solo está dirigida a poblaciones con todas sus capacidades y habilidades, sino que además también puede desarrollar y efectuar sus objetivos educativos en comunidades con necesidades especiales de aprendizaje; y es pertinente aclarar que precisamente esa es una de las ventajas que ofrecen estas obras literarias, por la versatilidad de su lenguaje interdisciplinario.
Ilustración 41.
Portada del Libro negro de los colores.
Portada del Libro negro de los colores.
Cabe resaltar que esta visión simplemente no se llevaría a cabo, sino se tuviera una organización semántica abierta a las nuevas posibilidades de trascender el lenguaje por parte del interlocutor, maestro o padre de familia, a los códigos y símbolos de otros que también son transmitidos por los contenidos de estas obras, y son utilizadas constantemente por otras personas que debido a su condición física o mental, sienten, conocen y transmiten el mundo.
Es importante también vincular el libro-álbum como mediación en el currículo escolar de cualquier aula o institución educativa, ya que no solo se aprovecharían sus contenidos, sino que generaría una cultura de este dentro de la escuela y una rutina en las casas, se invitaría mucho más a la población infantil a visitar las bibliotecas, y hacer uso de sus beneficios y servicios que prestan gratuitamente a toda la comunidad en general, además de propiciar una mayor cultura pedagógica desde su adición como elemento básico en el currículo para el desarrollo de aprendizajes lecto-escritores en la población infantil de los cursos inferiores.
Esta vinculación del libro-álbum al currículo escolar comprende establecer nuevos diálogos entre la manera y la forma de socializar, interpretar y analizar unos contenidos educativos presentados en la obra, unos sistemas de códigos, símbolos y signos específicos, elementos cognoscitivos para el desarrollo del habla, la escritura y la lectura, por último, la interpretación narrativa del interlocutor o lector del libro-álbum; todo esto vinculado a través de los procesos del acto de presentación del libro-álbum, la organización semiótica que contiene este y la que maneja el interlocutor, y la integración de estos elementos al proceso de un currículo o programa educativo como mediación semiótica y didáctica.
Los libros y la televisión.
Otro aspecto importante a tener en cuenta es el del libro-álbum como un objeto que abre un espacio propiciador para configurar identidades e identificar las tendencias globales de los estudiantes o de nuestros hijos, a través de las simbolizaciones que nos muestran las obras y la socialización en el momento de conocer y presentar el libro en un aula o lectura de este.
Los medios de comunicación son mecanismos de información abierta, que necesitan ser analizados con objeto critico; más cuando estos medios pueden llegar a influir mucho más en la atención de los niños con sus efectivas fórmulas publicitarias, televisivas, digitales, radiales o simplemente trucos comunicativos que envuelven masivamente la atención y los bolsillos de los inocentes usuarios y consumidores, siendo en el público infantil un fenómeno que no deja de ser mucho más grave y mayor.
Este tipo de público al encontrarse más con los libros-álbum, están ejercitando sus facultades para leer y escribir, además de despertarles la imaginación y la curiosidad por el dibujo y el inventar nuevas historias a partir de las imágenes que está observando, tomando al libro-álbum como un excelente ejemplo que podría muy bien reemplazar el tiempo que se dedica en una familia para ver novelas en las tardes o en las noches, por un momento para reencontrarse con los más pequeños de la casa, y por qué no, con uno mismo después de un duro día de trabajo y estrés, ya que muchos de los temas tratados en los diferentes títulos despiertan muy tiernamente los más profundos sentimientos humanos, los olvidados recuerdos y experiencias de nuestra niñez, causándonos nostalgias, tristezas, alegrías y compasiones hasta en el más duro corazón humano de un adulto o niño.
No olvidemos que estas fantásticas obras infantiles no dejan de ser al igual que el Internet o la televisión, un medio que comunica algo, que nos informa a través de una narración algo importante, y que como libros nos quieren enseñar saberes y valores esenciales para la construcción social del pequeño infante, quien se encuentra en una etapa de formar su identidad, desarrollar y adquirir aprendizajes que no logran configurarse de manera apropiada debido a toda la mala información transmitida y adquirida a través de todos los medios de comunicación masivos.
El habla en este sentido puede ser tomado como una herramienta comunicativa, al igual que el tacto, la escucha, la vista y la percepción del sentir espacial y físico del cuerpo humano, más llamado y conocido como lenguaje corporal o kinestésico; herramientas importantísimas para la relación con el otro, los otros y lo otro, sensibilidades que son despertadas por el lenguaje empleado en los libros-álbum con sus formas, texturas, diseños, textos y colores, que nos pueden ayudar a explorar como maestros, padres o creadores, las transiciones discursivas que pueden originarse desde la oralidad y la escritura a lo audiovisual, lo digital y otros tipos de códigos, nuevas tecnologías y medios masivos de comunicación.
Otro factor de relevancia que relaciona el libro-álbum como un lenguaje semiótico en el aula es su innovación, dado que es dirigido a un público infantil, pero de gustos diversos y especiales. Como creadores se debe emplear nuevos formatos, diseños, textos, texturas, colores, tipografías, caracteres, tapas, entre otros recursos estéticos propios del lenguaje plástico y visual; y es que para los diseñadores e ilustradores es importante innovar en el tema de los libros-álbum, sobre todo en medio de un mercado tan competitivo con países que tienen un excelente desarrollo y apoyo editorial dedicado a este campo de la literatura, específicamente en el caso de Colombia, como lo decía Ivar Da Coll en una entrevista con Beatriz Robledo, de la revista “Hojas de lectura”; para el ilustrador colombiano es difícil sobrevivir tan solo de ese oficio, por lo que se ve en la obligación de encontrar y buscar otras alternativas económicas, y a pesar de que existen en el país excelentes ilustradores, el apoyo editorial es mínimo para este género literario tan importante por su función pedagógica y educativas en los lectores infantiles.
Ilustración 43
Página del libro “La princesa de Trujillo”, de OQO Editora.
Es por eso que, el lenguaje del libro-álbum debe superar cada vez más las fronteras idiomáticas a través de las imágenes, trascender sus códigos a otras temáticas poco tocadas de la vida, vincular diversos lenguajes que puedan ser transmitidos fácilmente a todo tipo de población con capacidades excepcionales y discapacidades físicas; explorar cada vez más en los campos de los sentidos, el habla y la lecto-escritura, el dibujo, la edición, la composición visual, el diseño gráfico, la tipografía, la fotografía, la encuadernación, el empaste y la presentación física, ofreciéndonos una amplia gama de campos investigativos alrededor de los contenidos que construyen la esencia y la estructura de un libro-álbum como medio de expresión, comunicación y enseñanza para los más pequeños, quienes esperan de nosotros, los adultos; nuevas, bellas y divertidas pero responsables experiencias, acciones y creaciones que les muestren y reflejen en un lenguaje apropiado para sus edades una realidad social que es dura e inevitable para todos, quienes convivimos en un hábitat que es destrozado y debe ser protegido y valorado como el bienestar y futuro digno que debemos preservarles y procurarles a los niños de todo el planeta, eliminando a través de la lectura de los libros tanta ignorancia y miedos, que se nos han sido infundidos en la escuela y la familia a través de las diferentes influencias de los poderes políticos, económicos y religiosos que intervienen estos contextos.
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